Utilizamos cookies propias y de terceros para garantizar el correcto funcionamiento del portal, recoger información sobre su uso, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada basándonos en el análisis de tu tráfico. Puedes hacer click en 'ACEPTO' para permitir el uso de estas cookies o en política de Cookies para obtener más información de los tipos de cookies que usamos y seleccionar cuáles aceptas o rechazas y como bloquearlas. Al hacer uso de esta web, aceptas los términos de acuerdo con nuestra política de uso. Acepto
Descripción: Esta especie es endémica de la cuenca del río Mayo, en el departamento de San Martín, Perú. Se encuentra en los bosques tropicales entre los 750 y 950 m de altitud, tanto en tierra firme como en áreas estacionalmente inundadas.
Descripción: Características físicas de la cobaya abisinia
Las cobayas abisinias son una raza de cobayas de tamaño normal o medio, con un peso que suele encontrarse entre los 700 gramos y 1,2 kilogramos. El largo del cuerpo de estas cobayas es de entre 23 y 27 centímetros. Su esperanza de vida suele encontrarse entre los 5 y los 8 años.
El pelaje de estas cobayas es relativamente largo, aunque puede parecernos corto si la comparamos con una cobaya peruana, pues mientras que el pelaje de las peruanas puede llegar a medir hasta 50 cm de largo, el de las abisinias no alcanza mucha longitud. La diferencia está en que las cobayas abisinias presentan una media de entre 6 y 8 rosetas o remolinos, lo que hace que la dirección de los mechones de su pelaje sea realmente variada. Esto provoca que aunque su pelo no sea muy largo el volumen del mismo sea realmente notorio.
El manto de las cobayas abisinias puede ser de una gran variedad de colores, con patrones como el atigrado, el carey y el roan, siendo estos bastante poco frecuentes en la mayoría de las razas de cobayas.
Descripción: Origen del perro sin pelo del Perú
El perro sin pelo del Perú o viringo es oriundo de las civilizaciones preíncas, ya que son muchas las pruebas arqueológicas existentes que datan su aparición en el año 500 a. C., e incluso se han encontrado momificados en las tumbas de los nobles de aquella época. Los incas lo llamaban Allqu y también recibía el nombre de Kaclla; otras denominaciones son perro orquídea, perro chino, inca, chimoc, tai-tai, pila, pelón, yagua, gala, chono, vikingo o calato.
En estas culturas desempeñaba distintos roles, pero uno de los más llamativos era que participaba en diferentes ceremonias y rituales llevados a cabo por curanderos y chamanes, pues se creía que estos animales tenían propiedades curativas, es más, cuando uno de ellos fallecía su cuerpo se aprovechaba según la necesidad que se tuviera. Por ejemplo, se creía que su sangre beneficiaba a aquellos que padecían asma, además de otras creencias como la de que los viringos negros guiaban las almas de los difuntos en su viaje al más allá.
Con la llegada de los perros europeos, la raza de perro sin pelo del Perú quedó relegada al olvido, preservándose gracias a que los campesinos locales siguieron conservándolo debido a sus fines terapéuticos, ya que por ejemplo defendían que el contacto con ellos ayudaba con el reumatismo debido a que poseen una temperatura corporal más alta. Por ello, además de por el consumo de su carne como alimento en algunos lugares o que muchos consideraban su falta de pelo como un factor antiestético, la raza ha estado al borde de la extinción en varias ocasiones. No obstante, hoy día parece haber remontado y poco a poco va expandiéndose por otros continentes.