Descripción: A continuación, conoceremos las principales características que definen a la subespecie del lobo mexicano:
De todas las subespecies, el lobo gris mexicano, es la que mayores diferencias genéticas posee, esto hace que tenga rasgos físicos, como la morfología y coloración, que lo distingue del resto de lobos americanos. También su comportamiento y ecología en estado silvestre son diferentes, por lo que puede, por ejemplo, habitar en lugares más áridos que otras subespecies.
Esta subespecie es mucho más parecida a un perro grande que los otros tipos de lobos.
Mide alrededor de 1 a 1,5 metros de largo y presenta una altura a la cruz de entre 60 y 80 cm. En cuanto al peso, se encuentra entre los 20-30 kg, de modo que es el lobo más pequeño de los que existen en Norteamérica.
Los machos son más grandes que las hembras.
La cabeza es alargada, el hocico grueso, las orejas grandes y redondeadas en las puntas.
El pelaje de este lobo es abundante, en la zona superior suele presentar una combinación de gris con un color similar al óxido. Eventualmente, presenta zonas negras en el lomo y la región del vientre y extremidades son claras.
Posee una larga cola con presencia de un pelaje espeso.
Las extremidades son largas y las patas bien desarrolladas.
El lobo mexicano usualmente tiene patrones faciales que lo distinguen de otros, los cuales se caracterizan por una franja de color variable que va desde el centro de los ojos hasta la nariz. Luego, debajo de los ojos se extiende la misma coloración de la cabeza, seguido por el color blanco, que se prolonga a los lados y hacia el pecho. |