Descripción: Contemplar al Braco Alemán mientras avanza seguro, respirando el olor de las presas, es todo un espectáculo: su cuerpo armonioso y sólido se mantiene alerta y preparado para entrar en acción en cualquier momento. La nariz prominente es la que dirige, desde la punta del largo hocico, el rastreo.
Además tiene una silueta tan elegante, adornada con un precioso abrigo moteado, que pocos pueden resistirse a sus encantos como perro de compańía. El Braco casero reserva lo mejor del cazador para ofrecérselo a su familia: iniciativa, alegría, fidelidad, responsabilidad, etc.
También toda la energía de un trabajador incansable que se siente mucho más cómodo en el campo y que despliega demasiado nervio para entender las dudosas ventajas de vivir en un piso en medio de la ciudad. |