Descripción: Los caelíferos o celíferos (Caelifera) son un suborden del orden Orthoptera, comúnmente conocidos como saltamontes, chapulines, charates, langostas o sanagustines. Se diferencian del otro suborden de ortópteros (Ensifera) porque las antenas son cortas y tienen casi siempre menos de 30 artejos. Se estima que la separación de los dos subórdenes se produjo en el límite Pérmico-Triásico. Se trata de insectos herbívoros, algunos de los cuales son graves plagas para la agricultura.
Las patas traseras son típicamente largas y fuertes, apropiadas para saltar. Tienen dos pares de alas, sólo las traseras son membranosas y les permiten volar, mientras que las delanteras son coriáceas y no son útiles en el vuelo. Las hembras son de mayor tamaño que los machos.
Algunas especies producen ruidos audibles, usualmente frotando los fémures contra las alas o el abdomen o con el golpeteo de las alas en el vuelo. Si cuentan con órganos de audición, este se encuentra los costados del primer segmento abdominal.
Los ortópteros cuyas antenas son tan largas o más que su propio cuerpo son en realidad miembros de otro suborden Ensifera, de los que se diferencian también por la estructura del ovipositor, así como la localización del órgano auditivo y la forma en que producen los sonidos característicos.
Reproducción.
Los huevos se colocan generalmente en una sustancia espumosa que los protege durante la incubación. Típicamente el número de huevos que pone una hembra ronda entre los 1000 y 10000.
Circulación y respiración:
Los caelíferos toman el aire a través de los espiráculos que se encuentran en los costados del abdomen y el tórax. Estos son la entrada a un sistema de tubos conocidos como tráquea y traqueolas, que llevan el aire a las células del cuerpo y extraen anhídrido carbónico.
Migraciones:
Algunas especies realizan grandes migraciones. Esta circunstancia se da cuando se concentran demasiados individuos en una misma zona. Ante la escasez de alimento, su organismo libera una serie de feromonas que fomentan la movilidad alar para que los individuos puedan desplazarse volando a otros lugares y evitar así la competencia intraespecífica por el alimento. Algunas especies, como Locusta migratoria y Schistocerca gregaria, se desplazan en grandes enjambres diezmando las cosechas. |